Seguimos con la mirada puesta en el Ama Dablam, y los Pirineos son nuestra zona de entrenamiento. Esta vez ha sido el macizo del Balaitus; el objetivo era hacer la integral, enlazando la arista noroccidental, costerillou y diablo, pero en la cima del Balaitus decidimos no seguir con la cresta y bajarnos. Habíamos tenido suficiente.
Aita y yo llevábamos un tiempo con la integral del Balaitus en mente, seguramente desde que el año pasado nos cruzamos con una cordada en la Cresta del Diablo que venía haciendo la integral del tirón. Después de hacer la Salenques-Tempestades al Aneto hace una semana, pensamos que podía ser el siguiente paso, así que preparamos la mochila y nos fuimos a Pirineos. La carretera de siempre, la cual habremos recorrido cientos de veces entre los dos (y las que nos quedan).
Nuestro planteamiento era el siguiente: aproximar y escalar la arista noroccidental el primer día, dormir en la cima del Balaitus, y luego seguir con la Cresta de Costerillou y Diablo, vivaqueando en alguna repisa que encontrásemos en la arista o en el mejor de los casos una vez terminada arista, para el siguiente día bajar hasta el coche.
Salimos de la Sarra a las 5:30 hacia Respomuso, pero después del llano Cheto nos desviamos a la izquierda y subimos hasta los Ibones de Arriel. Pasamos el ibon Chelao y ascendemos hasta el Col Noir, por donde podemos observar la arista noroccidental al completo. Hemos tardado más de lo previsto, pero todavía tenemos tiempo.
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Debajo de la cara sur del Arriel, hacia los ibones |
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Col Noir al fondo |
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El recorrido completo de la arista noroccidental al Balaitus |
Solo queda descender un poco y ladear hasta la base de la arista. Llegamos a la base sobre las 12:30, algo más tarde de lo que queríamos, así que sin perder mucho tiempo comenzamos a escalar. Empezamos a escalar por una vira hacia la derecha hasta alcanzar el filo, y después vamos navegando, hasta desviarnos hacia la derecha para evitar los cuernos.
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Vira de entrada |
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Navegando por la arista |
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Evitando los cuernos por la derecha |
Llegamos a la base de la aguja Lamathe, donde hay un buen vivac, y teniendo en cuenta la hora que es nos empezamos a dar cuenta de que esta noche no dormimos en la cima. Pero todavía quedan horas de luz, así que decidimos seguir. Escalamos la aguja Lamathe, primero por una especie de chimenea y después por unas placas fisuradas de color claro. Descendemos en rapel hasta la brecha, pero la nieve nos complicó un poco las cosas; aita se curró unos pasos un poco expuestos hasta montar una reunión.
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Primer largo de la aguja Lamathe |
Se empezaba a hacer tarde, así que decidimos vivaquear antes del último bastión de roca que nos separaba de la cumbre del Balaitus. Encontramos una repisa en la base, pero como estaba un poco tumbada tuvimos que dormir medio colgados para no escurrirnos. No dormimos demasiado aquella noche, no por el frío, si no por la incomodidad.
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Preparando el vivac |
Nos pusimos en marcha según amaneció; hicimos 3 largos hasta el largo de placa clave: primero por una chimenea con tendencia a la izquierda, luego un bonito paso en una placa con una fisura en medio para después atravesar hacia la derecha por una vira, y por último volver hacia la izquierda por una placa tumbada que con nieve y bota gorda terminó siendo bastante expuesta. Nos queda el largo clave de placa (V/V+), protegido con 3 clavos; son unos 10m de placa vertical con agarres pequeños que con botas y mochilón... se hacen duros.
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Bonito paso al inicio del segundo largo |
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Con tendencia a la derecha por una vira |
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Largo clave |
Unos cuantos metros más en ensamble y llegamos a la brecha de Isards. De aquí hasta la cima del Balaitus todavía hay una tirada; hicimos una travesía a la derecha por nieve hasta un hito grande, para luego subir en busca de un corredor que nos dejó directamente en la cima. Menudo viote!!
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Travesía a la derecha |
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Buscando lo más evidente para alcanzar el corredor final |
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Muy cerca de la cima |
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Corredor final |
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Cima!!! |
Era la 1 del mediodía, habíamos pasado una mala noche y llevábamos medio día de retraso respecto a lo planificado. Yo propuse seguir con la integral, pero aita dijo que no. Enseguida comprendí que lo mejor era bajar. Estábamos cansados, y seguir hubiese supuesto uno o dos vivacs más, el primero probablemente igual de incómodo que el de la noche anterior y el segundo sin comida.
Nos tomamos nuestro tiempo en la cima del Balaitus, hidratándonos bien y disfrutando de las increíbles vistas. Bajamos por la Brecha Latour porque lo conocíamos; algún rápel lo encontramos tapado. El descenso hasta Respomuso fue agónico; nos hundíamos hasta la rodilla (a veces hasta la cintura). Menos mal que encontramos la solución para los últimos metros: bajar de culo.
Con la nieve así y teniendo en cuenta el peligro de avalanchas de la bajada de Respomuso a la Sarra decidimos quedarnos a dormir en el refugio libre de Respomuso. Que gozada dormir tumbados!!
Después de 12 horas metidos en el saco, a las 8 nos pusimos en marcha y bajamos hasta el coche. Fue una buena decisión pasar la noche y bajar a la mañana siguiente, porque toda la bajada hasta el llano Cheto fuimos andando sobre avalanchas recientes.
La integral se nos quedó un poco grande, pero la arista noroccidental en invierno es ya una actividad que nos deja satisfechos. Eso sí, volveremos a la integral en verano, seguro.