viernes, 26 de febrero de 2021

Halyomorpha (140m, 8a -7a+ obl-), Roc dels Collars

Halyomorpha (halys) es el nombre científico de la chinche parda marmorada (Bernat marbrejat en catalán), un insecto que produce un olor desagradable y nauseabundo cuando se siente atacado. Halyomorpha también es la vía que hemos abierto Roger, Adri y yo en Roc dels Collars, Alt Urgell, y obviamente, existe una anécdota que relaciona ambos nombres.

Imagina que eres un insecto de estos y estás tranquilamente posado en el cordino auxiliar de unos escaladores. Uno de ellos empieza a tirar del cordino para recogerlo, ayudándose de los dientes para poder hacerlo con una sola mano. Tú, que eres una chinche, no entiendes qué está pasando, pero cada vez estás más cerca de la cabeza del humano, hasta que de repente no ves nada. Está muy oscuro y no sabes dónde estás. Parece un agujero en la roca, una pequeña cueva, un espacio bajo una piedra... Pero no, es un lugar nuevo para ti. Te sientes amenazado, fuera de tu hábitat. ¿Y qué pasa cuando la Halyomorpha Halys se encuentra intimidada? Exacto, desprendes un líquido que produce un hedor insoportable.

Te estarás preguntando quién fue la víctima. Fue Roger, que por culpa de la chinche, escaló el resto del día con un gusto "especial" en la boca. Suerte que los casi medio kilo de cacahuetes que llevábamos para entretenernos en las reuniones pudieron disimular un poco el mal sabor.


Era una línea que tenía fichada Roger, él engañó a Adri y al final, medio de rebote, me liaron a mí. Así que fuimos los tres, con la intención subirnos por el paño de pared que quedaba entre las vías Komando Cerdanya y Eureka. Surgen las primeras dudas acerca del inicio de la vía, aunque al final parecía bastante obvio empezar por una fisura evidente a unos 15m a la izquierda de la Komando Cerdanya. Adri elige el palo más largo, empieza él. Abre los primeros metros, hasta poner un parabolt, y después Roger continúa hasta la reunión. 25m y 6c+, con un paso durete y un poco de liquen en algún tramo. Ahora me toca a mí. Estoy un poco nervioso, pero segun empiezo a escalar se me pasa. ¡Qué guapo! Después de unas cuantas horas y un ligero dolor de pies, monto reunión. Ha quedado un largazo de 45m bastante mantenido (7a+), con tres parabolts y dos clavos. ¡Y la roca brutal! Todavía tenemos horas de luz, así que Adri se pone con el siguiente largo, una placa de roca más oscura, aparentemente lisa. Consigue meter la primera chapa a unos 2m de la reunión, pero ya es tarde. Es hora de bajar.

Al cabo de 3 días volvemos, esta vez con la idea de quedarnos 2 días en Coll de Nargó. Escalamos los dos primeros largos, y disfrutamos mucho del segundo. ¡Qué guapo es! Adri vuelve a la cabeza y sigue con el trabajo que empezó el primer día. Haciendo uso de técnicas combinadas de escalada libre y artifo, consigue poner el siguiente parabolt, el cual hemos dejado equipado con un cordino para que el compromiso en libre de los repetidores sea el mismo que asumimos nosotros durante la apertura. Unos cuantos metros más de roca buenísima y otra chapa más, para que Roger remate el largo con un último tramo más sencillo, no sin antes dudar hacia dónde seguir la línea. Han quedado unos 30m de 7a+/b, de roca muy buena y alguna sección bastante obligada. Ya "solo" nos queda el último largo. Empieza Roger, que con una habilidad y eficiencia impresionante, abre los primeros 15m con tan solo un parabolt, hasta un puente de roca increíblemente guapo. Adri y yo flipamos con su capacidad de pitonar en libre. A partir de aquí entramos ya en la zona más desplomada de la vía; parece que la roca ofrece cantos, esperemos que así sea. Escalo hasta el último seguro y sigo un par de metros más, hasta donde verdaderamente comienza la sección desplomada. Después de un buen rato de dudas, acabo poniendo un parabolt, del cual vuelo unas cuantas veces seguidas. No me sale el paso y es tarde, así que lo dejamos así y volvemos mañana.

Subimos por las cuerdas que fijamos el día anterior y enseguida nos plantamos en la R3. Es mi turno, y tengo ganas de apretar, volar y darlo todo. La roca, de muy buena calidad, ofrece menos canto de lo que parecía desde abajo, y las fisuras que se apreciaban son ciegas. Aún así, a base de vuelos, consigo pasar, colgarme de una uña y poner una chapa. Repito este proceso (con algún vuelo más) y salgo a la placa, donde las dificultades parece que aflojan un poco. Sigo un par de metros hasta poner un totem y algún fisu, y me bajo. Le toca a Adri, que acaba el largo (y la vía) por una zona que no esperábamos tan buena y acabó siendo de una calidad bestial.

Estamos contentísimos con la nueva línea que hemos trazado. La roca es espectacular y el paraje es bonito y tranquilo, combinación perfecta para disfrutar de una vía de escalada. Sin embargo, este último largo no lo pudimos encadenar, por lo que decidimos volver al cabo de un par de semanas. Adri estaba en la Alucinosis de la Pared de Aragón, así que vino Charli con nosotros, un buen fichaje. Al tercer pegue del día conseguí encadenar, produciendo una serie de gritos de alegría por parte de los tres. Estábamos eufóricos. Decidimos que el largo tenía una dificultad de 8a, con alguna sección muy obligada pero poco expuesta. Una uña puede ser útil, pero nosotros no las usamos para progresar. Allí donde nos colgábamos, poníamos un seguro fijo.

Y así ha nacido Halyomorpha, de la fusión de la experiencia de Roger con las ganas de aprender de Adri y mías. Y mucha motivación!!!


2 comentarios:

  1. Molt bona via, i moltes felicitats!

    Avui ens ho hem passat molt bé amb el Nil escalant-la.

    I si, el segon llarg és espectacular, i amb un començament selectiu.

    La resta, un disfrute. Ara, obligades de collons

    Salut!

    ResponderEliminar